Hay días que vuelas por el campo como un águila, vas colocando la bola casi donde quieres, pateas de muerte y sales de allí con la sensación de que lo tienes dominado y te dan ganas de repetir los 18 hoyos.
Hay días que tienes una de cal y otra de arena, salen golpes buenos y golpes afortunados con algún que otro picio. Eso días sales del campo pensando que con algo de esfuerzo tu juego va a encaminarse.
Hay muchos días en que sólo salen golpes buenos con un tipo de palo, me explico reinas sobre las maderas o los hierros largos o los approach o pateas de cine pero sólo una o dos cosas de las anteriores. Sales de allí pensando en sacar de la bolsa uno o dos palos... piensas en las clases, piensas en que falla...Incluso piensas en no salir más al campo hasta que no pases un mes entero en la cancha.
Hay otros muchos días en que no sale nada, pegas alto, pegas atrás, te agachas, te levantas.... Esos días piensas en dejarlo, para qué dedicar tanto tiempo a algo que nos da tan pocas alegrías?. Esos días ves a la gente que juega contigo, con los que pasas muchas horas paseando por los campos, hablando de temas trascendentales o de chorradas, de alegrías y de penas y piensas en ese maravilloso HOYO 19 y te das cuenta que en esos días, ese hoyo y los acompañantes son los que evitan que tiremos no sólo la toalla sino también los palos, bolsa y carro por un barranco.
Gracias a todos los que hacen de nuestros paseos de golf un rato estupendo aportando cosas, enseñando con paciencia, disfrutando de la compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario